De acuerdo a la reunión llevada a cabo el pasado 8 de noviembre de 2017, en las instalaciones de la alcaldía municipal por parte del comité de precios y medidas de la carne integrada entre otros por representantes de los expendedores y consumidores, se concertaron los precios de la carne, entre otras razones para evitar la especulación en el precio, debido a que después de cerrada la planta de sacrificio de Charalá, la carne debe traerse desde Bucaramanga o San Gil, así lo manifestó Jairo Saúl Martínez, inspector de policía, quien además da a conocer que se expidió un decreto por parte del alcalde municipal, en el cual se ordena su estricto cumplimiento y las sanciones a que haya lugar, incluso para quien venda carne que no provenga de planta de sacrificio, así como el seguimiento a los posibles mataderos clandestino que puedan existir. Informa Ana Patricia Meza.
Como garante y miembro de este comité, se encuentra incluida la personera municipal, quien previamente solicitaron al ejecutivo la necesidad de la reunión para tasar lo precios de la carne, pues el decreto del año 2016, estaba desactualizado y era necesario actualizarlo debido a las circunstancias propias entre otras el cierre de la planta de sacrificio de Charalá, para evitar la especulación. El control se hará para el cumplimiento del decreto y también para los sacrificios en plantas clandestinas.